¿Y ahora?

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Cuando la violencia y la impunidad te golpean la puerta ¿Y ahora?

Desde que tengo uso de razón cada vez que la delincuencia me hizo estadística me dije “me voy del país”, pero desde que creé la Fundación Cine Jardín y en mismas circunstancias siempre he pensado “me quedo porque aquí soy útil”.

¿Y ahora?

Como todos saben las últimas horas han estado llenas de numerosos fallecidos, brutalidad policíaca y también amedrentamiento a los ciudadanos directamente en sus hogares. Así ocurrió este sábado 29 en la tarde, cuando encapuchados sin orden de allanamiento, parte del comando de contrainteligencia de la Policía Nacional Bolivariana, entró en edificios y apartamentos causando terror a los vecinos de Montalbán y robándonos pertenencias como celulares, dinero en efectivo, bolsos, laptops y hasta comida. En el caso de mi pareja y mio , los destrozos fueron peores, total brutalidad, sin razón alguna, los delincuentes encapuchados del gobierno entraron por la fuerza disparando, destrozando reja y puerta, a pesar que los vecinos indicaron que no había nadie en el apartamento, luego de entrar revolvieron todo, revisaron los cajones, se llevaron lo que quisieron e incluso escupieron, simplemente nos ultrajaron y violentaron de la forma más baja.

¿Y ahora qué hacemos cuando el delincuente es quien se supone debe protegernos?

Llamé directamente a los jefes de la policía, quienes han provisto seguridad en las actividades de Cine Jardín, y se lavaron las manos diciendo que no eran ellos, pero se excusaron diciendo que más temprano habían sido heridos tres funcionarios y por esta razón decidieron amedrentar los edificios. Les reclamé porque me conocen, saben que hago en la comunidad, un trabajo que pocos saben es sin fines de lucro, les indiqué que éramos civiles inocentes, desarmados, vulnerables en sus hogares y nos estaban violentando sin ninguna piedad o razón, totalmente fuera de la ley.

Los vecinos fueron amenazados, el miedo entre las paredes del edificio es incalculable, algunos no quisieron declarar a la prensa.

¿Y ahora a quién denunciamos?

Por ahora salimos del apartamento, fue suficiente insomnio pasar una noche allí, a la espera de algunos medios que fueron a tomar las denuncias, vivir el miedo de estar en un lugar donde no te sientes seguro no se puede describir.

No tengo respuestas, ni decisiones, sólo tristeza. Son momentos terribles los que sufrimos en el país. Violación a los derechos humanos en todas sus formas.

Amigos, cuerpo diplomático de las embajadas en Venezuela, prensa, a todo el que competa, ayúdennos.