La primera secuencia de la película «El Libertador» sorprende, cautiva y desconcierta: La cámara intrusa – subjetiva – sigue a un hombre de casaca polvorienta que atraviesa espacios anónimos con paso lento y quizás agotado. No hay un sólo indicativo de quién es esta silueta de cabello despeinado, que parece[…]
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